LOLA ALMUDÉVAR, O CÓMO SE FORJA UN MITO CONTEMPORÁNEO.

Lola era y es una amiga muy cercana, entrañable y querida que, cuando estábamos finalizando la preparación de esta exposición virtual, falleció a los imperecederos veintinueve años de edad en un accidente de tráfico en Ayo Ayo, Bolivia, cuando en su condición de corresponsal hispano británica de la BBC en ese país, se dirigía a cubrir los violentos sucesos de Sucre, como reacción a la firma de la nueva constitución boliviana promulgada por Evo Morales. Cuando digo que Lola es, en tiempo verbal presente, mi querida amiga, no lo hago para negar su ausencia, sino para afirmar su presencia e incluso reivindicarla; una existencia, la suya, que permanecerá en mí hasta que prescriba la propia y la de otros muchos, porque Lola fue tan querida, como capacidad tuvo para querer y amar a los demás.

Lola, aunque se tenga la engañosa tentación de afirmar que practicaba el periodismo aventurero y viajero, destinó su tiempo a contar la verdad con rigor -fue la única periodista extranjera que pudo entrevistar en muchos meses a Evo Morales- y distribuir su tiempo ayudando a varias familias afrobolivianas que viven en la extrema pobreza, para destacarse, finalmente y para siempre, como una periodista profundamente humanista, o una persona muy humana, como se prefiera; la crónica pragmática y real, frente a la idea más que caduca del periodismo romántico; una tarea, esta última, que sólo lleva a esfuerzos estériles y peligrosos; absurdos por anacrónicos. Así, lejos de ser su vida una simple aventura, la convirtió en una luz especial para todos cuantos tuvimos la fortuna de conocerla.

La serie "La Grulla" está inspirada en seres mitológicos, y el ser mítico de Lola amanece en el aura de una leyenda que comienza donde dibujó su penúltima sonrisa (Lola siempre sonreía) porque reza el Diccionario de la Real Academia, cuando nos explica el significado de mito: "Persona rodeada de extraordinaria estima". Lola, pues, forma parte de esta colección de imágenes privadas y mitológicas de mi íntima vida de pintor; y de todas ellas es, sin lugar a dudas, la mejor, la más querida y la más bella.

En México, país adorado igualmente por Lola, nació Octavio Paz, el escritor que afirmaba que la risa nos acerca a los dioses. Recordad a Lola, por favor, como lo que fue y quiso ser, una permanente sonrisa cautivadora, jamás una evocación triste. Así lo haré yo, aunque mis lágrimas me cueste.

Por Lola. (Por Kika)

Kike Torrijos

Para más información sobre Lola Almudévar:
www.lolaalmudevar.com